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8.4.04

¿Quién se acuerda de ti, Kurt Cobain?


Con esa absurda fascinación que sentimos por los números redondos, hoy pensamos en ti en especial comunión. Hace ya diez años de tu muerte, Kurt, de tu suicidio. Hace diez años que escuchaba tu música, la escuchaba incidentalmente en la radio, porque tenía por ahí algún álbum de Nirvana, porque encendía el televisor y aparecía de repente algún video, o porque a veces no había de otra. Estaba el jazz, el abstracto, alucinante e intelectual jazz, pero de jazzero tú no tenías nada, ni yo. Estaba el blues, el bohemio blues, aquel que revive en un disco o en una cinta, mas no en la radio; pero tampoco eras bluesero, ni yo. Estaba la salsa, la de orquesta, el reggae, pero tú no eras ni salsero, ni orquestero ni rasta, yo tampoco. No eras tecno, ni industrial, ni dark, ni heavy metal, ni canto nuevo, ni ranchero, ni sinaloense, ni world beat, ni pop, ni sci-fi pop, ni soul, ni funk, ni electrónico, ni country; no eras nada de eso, eras "alternativo", una especie de punk con influencias del pop, gritos y guitarras estridentes. "Alternativa", la música de la "nueva generación", catalogada como sin nombre marcó una época de cabezas decoloradas y vestimenta de segunda. Es el año de 1991, cuando muere el heavy metal y nace la década de los noventa.

¿Recuerdas en 1990? Cuando Guns and Roses y Metallica ocupaban los primeros lugares en las listas de popularidad, mientras Motley Crue y The Cure se repartían el público rockero y el heavy metal se encontraba en pleno auge, una banda de Seattle llamada Pearl Jam lanzó al mercado su primer álbum llamado Ten. Ya no era heavy metal, sino un estilo que en revistas y tiendas de discos se clasificaba como hard rock sin ningún problema. Pearl Jam y su primer sencillo Alive comenzó a sonar fuerte en la radio junto con Outshined de Soundgarden y sobre todo Plush de los Stone Temple Pilots, otras dos bandas de Seattle. Esta música no era parecida a ninguno de sus predecesores, pero fue la radio quien se encargó de introducir y popularizar este "nuevo" tipo de rock que, hasta hoy en día, lleva el pseudonombre de "alternativo".

En 1991, cuando tu banda llamada Nirvana, de Seattle también, lanzó a la venta un álbum llamado Nevermind y su primer sencillo Smells Like Teen Spirit. La ruptura de los ochenta y los noventa está marcada, en la historia del rock, por la aparición de esa canción, Kurt, tu letra, que es una serie de frases sueltas que al cantarlas juntas parecen no tener sentido, refleja claramente la insuficiencia del sistema linguístico, exige un lugar para la amistad, la mujer y otros marginados, y hace un reclamo al mundo del entretenimiento. La música es agresiva, de guitarras estridentes aparentemente sin armonía. Nevermind se hizo tan popular que a tan sólo seis semanas de haber salido a la venta alcanzó el primer lugar en las listas. Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Blindmelon, entre otros, se dieron a conocer abriendo conciertos para algún grupo heavy metal. Pero no pasó más de un año para que la ruptura con el "metal" fuera absoluta, siempre admiré tu capacidad de decir que no a la propuesta de abrirle a Guns and Roses.

Porque tú hablabas de otras cosas, de relaciones familiares, psicología de las relaciones, clases sociales, de amor, de conflicto existencial, del estereotipo del joven inseguro, incomprendido y con falta de identidad, estadunidense, de autoanálisis: "I'm a liar and a thief", en Pennyroyal Tea, reflejó tu malestar y tu desgano. Ya no era la monstruosa injusticia del mundo de la que habla Metallica, sino la inseguridad individual de la que habla Blind Melon, ya no era la pornografía de Motley Crue, sino la falta de amor de Pearl Jam, y ya no era el "unskinny bop" de Poison, sino tu "I think I'm dumb", ya no el "justice is raped" de Metallica, sino tu "rape me".

Ese auge que produjo una cantidad de grupos de rock en Seattle fue el hecho que despidió al heavy metal de los medios y del interés de los nuevos jóvenes que comenzaban a formar nuevas bandas y comenzaban tocando covers de estos grupos y hacían su música influidos por el grunge, que presentaba un cambio radical en todos los aspectos, música, letra, voz, imagen de los músicos, actitud. Rock más melódico, letras más apegadas a la cotidianidad de los jóvenes estadunidenses. Influencia del punk y de las corrientes experimentales como Sonic Youth.

Poco a poco Nirvana comenzó a ser más popular, Smells Like Teen Spirit fue un golpe al oído de quienes escuchábamos rock y en un período muy corto de tiempo se volvió la canción más popular en el mundo, otros como yo quisieron preguntarte qué sentiste cuando a esta canción se le llamó "himno de la generación", a lo que tú dijiste: "Estoy cansado de que esa canción me haga sentir apenado. Ya la superé".(1) Ni tú, ni Chris, ni Dave imaginaron en un principio lo que significaría Nirvana. Nunca aprendiste, Kurt, a ser un rock star. Ahora el rock está "forever in debt to your priceless advice". En el mismo tiempo The Black Album de Metallica era uno de los discos más populares en el mundo, y también proponía un fuerte cambio en su música, las canciones son más cortas, más melódicas, su ritmo e intensidad no llega a ser tan "pesado" como en sus discos anteriores.

1991 es el año de este cambio radical, toda una generación cambió su vestimenta y su gusto por el rock "alternativo". Nos etiquetaron con una "X", X=alternativo=combinación de muchas cosas y definición de nada. Generación como resultado de una operación matemática, en la que se suman, se multiplican, se restan y dividen todas las demás generaciones. Generación-resultado, generación-cualquier cosa, generación X. Nos convertimos en una especie de neohippies vestidos literalmente con la misma ropa que usaron los hippies en los setenta. Las tiendas de segunda fueron el principal recurso de vestimenta para este tiempo. Tú mismo eras ese estereotipo del joven estadunidense de los noventa, rubio, desubicado psicológicamente y víctima de la violencia y la depresión. La ruptura sí que fue absoluta, cayeron las chamarras negras de piel, cayeron los brazaletes de metal, aparecieron las franelas a cuadros representando el grunge look, cayeron las melenas largas y regresamos el tiempo en la moda. ¿Por qué los setenta, a quién se le ocurrió que volviéramos a usar la ropa de nuestros tíos?

¿Quién se acuerda de ti, de tu apatía, tu coraje y tu aburrimiento; de tu suéter cardigan, de tu aspecto descuidado? ¿Quién de nuestro look de psychos, dementes, tontos o nerds, de nuestro intento de protestar contra la violencia y rendir culto a la infancia? Miles y miles de personas que encontraron en tu música un alivio a sus conflictos adolescentes y una voz que los identificaba: "I think what most people get out of our lyrics is that I'm equally as frustrated and confused as anyone else".(2)

Sólo tú sabes ahora a dónde te llevó ese dolor de estómago, que aunado a tu hipersensibilidad a la esfera pública creó el efecto más crudo de la depresión. Por lo menos nos escribiste, es de agradecer el que te despidas de nosotros:

"No he sentido la emoción de escuchar ni de crear música, la emoción de comprender, durante demasiados años. Me siento culpable de esto [...] El peor crimen sería dejar que todos siguieran creyendo que esto es divertido. A veces pienso que debería activar un reloj laboral cuando salgo al escenario. He tratado de hacer todo lo que puedo para apreciar ese momento, y lo aprecio, Dios lo sabe, pero no es suficiente [...] Debo ser uno de esos narcisistas que sólo aprecian las cosas cuando están solos... soy demasiado sensible. Debo ser un poco más insensible para capturar el entusiasmo que tenía de niño [...] Amo a la gente demasiado, tanto que me hace sentir muy triste [...] Gracias desde el fondo de mi ardiente y nauseabundo estómago [...] Paz, amor y comprensión".(3)

¿Quién se acuerda de ti, Kurt, quién se acuerda de tu música? Reportaje central en Rolling Stone, donde dices:

"La gente cree que soy quejón, fenómeno, esquizofrénico, que nunca estoy satisfecho con nada y que me quiero matar todo el tiempo [...] Durante cinco años, cuando sufría del dolor de estómago, sí. Me quería matar todos los días. Muchas veces estuve muy cerca [...] No se podía vivir así. Me encantaba tocar, pero algo estaba mal. Así es que decidí automedicarme [...] Lennon definitivamente tenía problemas (ríe). Me puedo identificar con él [...] la manera en que la gente trata a las celebridades. Se debe de cambiar, de verdad [...] Tómalo con calma, ten un poco de respeto. Somos una mierda (ríe) [...] No sé si seamos lo suficientemente capaces como músicos [...] Es imposible para mí ver en el futuro y decir si en diez años voy a poder seguir cantando canciones de Nirvana [...] No quiero tener que cambiar las canciones para que se ajusten a mi edad (risas) [...] Me gustan las pistolas. Me gusta dispararlas [...] No es algo con lo que esté obsesionado [...] Realmente no pienso mucho al respecto [...] estamos exhaustos. Hemos llegado al punto en que la música se está volviendo repetitiva. No hay nada que nos emocione o esperemos. Odio decirlo, pero no creo que el grupo dure más de un par de álbumes [...] Grunge es un término tan potente como new wave. Es imposible superarlo. Tienes que arriesgarte y esperar que otra audiencia totalmente diferente te acepte o que tu misma audiencia madure contigo".(4)

Y un breve recuento de Thurston Moore de Sonic Youth en el New York Times:

"what is trascendent about Kurt's art—what today, 10 years after his death, gives him rock immortality—was his voice and performance ability, both of which exuded otherworldly soulful beauty [...] At the request of The New York Times, Nirvana's first record label, Seattle's Sub Pop, created a mock lexicon of 'grunge' culture. Remarkably, the news media ran with it—to our disbelief and delight [...] He was sincere in his distaste for bullyboy music—always pronouncing his love for queer culture, feminism and the punk rock do-it-yourself ideal. Most people who adapt punk as a lifestyle represent these ideals, but with one of the finest rock voices ever heard, Kurt got to represent them to an attentive world. Whatever contact he made was really his most valued success [...] From radical pop to sensorial noise-action to the subterranean forays in drone-folk-psyche-improv, all the music Kurt adored is very much alive and being played by amazing artists he didn't live to see, artists who recognize Kurt as a significant and honorable muse".(5)

En un tiempo donde ya no hay héroes, sólo aquellos quienes conservan la colección de álbumes de Nirvana, los recortes de revistas con fotografías del grupo, pero sobre todo tuyas. La noticia dejó aquel día un vacío inmenso que duró algunos años en llenarse otra vez, y fue doloroso, decepcionante. ¿Cómo interpretar ese disparo oscurecido por las especulaciones? Caos es la única palabra que puede usarse para describir todo tu ambiente. Se suponía que debías hacerte más rico y más popular, que debían pasar los años y debías hacer más discos, ser toda una autoridad del rock, ver crecer a tu hija, ver pasar la decadencia de Nirvana y formar otras bandas o hacerlo solo.

Tu muerte reafirma tu adicción y tu actitud en el escenario, sin ella todo habría sido una farsa, mera mercadotecnia. Cualquiera que haya sido la mano que jaló el gatillo te hizo una víctima y un ídolo, porque además moriste a los 27, reconocido y consagrado. Pensar que ya no hay remedio, que no hay otra opción más que besar la tierra, confundirnos con ella para que allí nos guarde hasta que el gris del cemento desaparezca. Decepcionante, sí, darnos cuenta de que estamos metidos en la misma mierda que queremos deshacer, que ingenuamente intentamos limpiar. Porque intentamos ser como no son, pero somos parecidos a ellos. Porque buscamos a los responsables sin darnos cuenta de que aquí no hay culpables. Porque todos tenemos pretextos, porque todos estamos sufriendo. Decepcionante, la tristeza como único refugio, el arte como creación virtual, porque seguimos siendo los mismos, porque la vida ha sido sólo un juego, una cierta melancolía de la niñez no nos deja madurar.

Igual que a ti, nada me convence, nada me posee, nada me invita a entregarme ciegamente, veo los idealismos como degeneradores de nuestra propia persona. Hace diez años parecía el fin de las generaciones. No teníamos de qué agarrarnos, Kurt. No al cristianismo porque no soy buena; no al budismo porque no soy un árbol; no a la ciencia porque no soy sólo materia; no a la psicología porque no soy sólo cerebro; no a la lengua porque no soy sólo palabras. X no era un nombre, X es cualquier cosa, me rehusé a ser cualquier cosa como te rehusaste tú, Kurt. !Pobres de nosotros! Lo único que pudimos hacer fue combinar términos para que apareciera una nueva realidad, los dadaistas no estaban locos.

En Incesticide alcanzo a oirte, ya en In Utero adquieres un tono más común, tanto en la música como en la letra. Dices: "Go away!, go away!" en Scenseless Aprentice, con un grito agudo largo, por lo menos unas siete veces, en casi todas las canciones, y todos ellos de manera repetitiva, obsesiva. Reflejan tu mente torturada: "Rape me, hate me, do it and do it again".

Tu música suena hoy adolescente, desgastada, pasada de moda, de tiempo, sin embargo, Nirvana seguirá vendiendo. Todas las especulaciones acerca de tu muerte, de tu carta de despedida, análisis de tu escritura, debiste haberlas visto venir, torturado por el éxito, aquel que aniquila los sentimientos y corona a los medios de comunicación como únicos reyes de este mundo, como dictadores asesinos de la imaginación. Y en medio de todo esto, un caos de pensamientos, realidad fragmentada en millones y millones de pedazos, personas como volcanes esperando que la revolución deje de ser una utopía.

No te tocó la era electrónica ni los raves, ni Internet, mundo como computadora cuya memoria parece estar siempre a punto de saturarse. Ya poco tiene que ver con tu estilo y tu ideología la música en las listas de popularidad, el producto más remunerable del mainstream. Todo es muy diferente para la generación actual, Nirvana se conservará en la historia de la música para quizá resurgir cuando vuelva a ponerse de moda el rock.

"Décimo aniversario luctuoso" suena grande, como a motivo de celebración. And if you felt like a liar, if you thought you were a thief, you were not the only one. No eras el único ni el primero en experimentar la náusea de ver al hombre degradado por revoluciones virtuales, por ambiciones absurdas, vacíos llenos de falsos ídolos.

¿Quién se acuerda de ti, Kurt, quién te necesita? ¿Quién necesita a aquel que lucra con sus traumas y sus dolores de estómago? ¿Quién necesita al deprimido, al que se da un tiro? Y sigues aquí, Kurt, en la tinta que da forma a tus retratos en las revistas, en el sonido que se reproduce al tocar tus canciones, en los millones de colores que hacen el movimiento en tus videos, y a veces me acuerdo de ti. A veces, aunque no lo sepas, me cantas al oído Something in the Way. Porque aún sigues cantando, aunque sólo a veces nos acordemos de ti.


(1) Entrevista realizada por David Fricke en 1994, publicada en "El espejo de Kurt Cobain", en Rolling Stone, edición de México, núm. 18, abril 2004, p. 40. Según esta revista, la última entrevista de Cobain para esta publicación.

(2) Kurt Cobain, entrevista en Rolling Stone, 1993.

(3) Kurt Cobain, carta que fue encontrada al lado del cuerpo de Cobain, leída por Courtney Love a una audiencia en vivo, tomado de un especial de Nirvana en el canal de videos MTV, transmitido unos días después de su muerte.

(4) "El espejo de Kurt Cobain", op. cit.

(5) Thurston Moore, The New York Times, Opinion, 8 de abril de 2004, p.1, de http://www.nytimes.com/2004/04/08/opinion/08MOOR.html


2.4.04

Comentario acerca de la exposición Larva en el Cecut, febrero a abril 2004

Primero, creo que la reflexión tiene que partir de la visión de esta exposición como la continuidad a un primer proyecto, que fue el de Diagnósticos urbanos de Magali Arriola.

Tal como el Cecut lo planteó desde un principio, se le dio continuidad a la idea de producir exhibiciones dirigidas por curadores. Aunque independientes una de la otra, hasta ahorita, la idea de las dos exhibiciones ha sido trabajar con artistas locales. La segunda de ellas, Larva, se convierte así en una contrapropuesta de lo que se propuso en la primera.

Podemos comparar las dos exhibiciones a partir de los discursos de los curadores, la obra que se muestra y la museografía; o podemos hacer un balance de lo que han dejado estas dos producciones tanto a los curadores como a los artistas, al Cecut y los espectadores. En mi caso particular, hice una crítica muy específica de la exhibición pasada, en la que, en resumen, vi que la importancia de esa exhibición fue la delimitación del tema de la ciudad, en este caso Tijuana. Magali Arriola puso en la mesa de discusión un tema de actualidad en la crítica y la producción artística. Y por otro lado, intenté establecer un diálogo acerca de la museografía de la exhibición, ya que como espectadora me encontré con algunos obstáculos que no me permitían tener acceso a algunas piezas, en general los videos. Y también planteé el problema de las inclusiones y las exclusiones, el problema de cómo resuelve un curador la selección de obra y artistas cuando la exhibición está basada en mostrar la producción artística de una ciudad o una región geográfica. El problema de quien está y quien no sigue latente en esta segunda propuesta curatorial. Quienes estamos aquí tenemos nuestra propia opinión de quien debería y quien no debería estar en esta muestra, finalmente es la visión particular del curador lo que la define, determinada en gran medida por sus métodos de investigación, su acercamiento a la ciudad y los puntos de referencia en los que se basa para conocer a los artistas.

En cuanto a mi participación en Larva como experiencia de trabajo, me parecieron bastante graves ciertas circunstancias en el montaje de la instalación y en el mantenimiento de la misma. Considero que el Cecut necesita un mayor apoyo en el área de producción de exhibiciones y museografía. No se puede plantear un proyecto como el de la propuesta de trabajar con curadores y producir exhibiciones propias si no se cuenta con un presupuesto y medios suficientes. Agradezco la invitación y el espacio, pero es muy difícil trabajar sin los medios suficientes y en la calidad del resultado se ven reflejadas las carencias. Creo que es sumamente necesario un equipamiento audiovisual para la sala de exposiciones, la sala carece de elementos básicos para una exhibición en la que se presenten piezas que requieran de equipo de reproducción y considero que es urgente una mayor capacitación en el área de museografía.

Creo que podemos ganar mucho con estas dos exhibiciones, considero que ambas constituyen una serie de miradas externas a la producción artística local y por ello mismo son importantes para ser tomadas en cuenta a la hora de querer hacer un panorama completo de esa producción. Uno de los principales productos de este proyecto es precisamente el hecho de que el tema nos reúne para hablar de nuestro trabajo, porque esto va generando una historia del arte regional, la cual es muy importante registrar para que la generación que viene pueda tener un punto de partida más allá de donde nosotros comenzamos y no quede esto como un antecedente perdido y se pueda contar entonces con las conclusiones que aquí alcancemos.

Por otra parte, creo que a la hora de evaluar el arte que se hace en Baja California debe ser tomado en cuenta el contexto y tener especial cuidado en compararlo sólo con una producción artística equivalente, como podría ser el arte de otras ciudades fronterizas. La particularidad aquí ha sido, por un lado, el contraste primer y tercer mundo y, por otro lado, los productos e ideas que han surgido de los creadores en esta ciudad y las circunstancias particulares que han logrado llamar la atención de la gente de fuera. Si Magali Arriola dijo: aquí no hay nada y ahí nos vemos, Marco Granados dice: hay algo que se está gestando, vamos a ver...y continúa así trabajando con varios artistas.

Me gustaría comentar al respecto de la tan controversial entrevista publicada en un par de periódicos por la cual mucha gente se indignó con el curador, que fue su afirmación de que casi todo el arte contemporáneo es basura, creo que oir esto de un curador debería ser bastante preocupante, porque él está haciendo una denuncia, está equiparando el arte con la basura, es decir, todo un sistema corrompido, porque si el arte es basura, también lo son las instituciones y su producto que es el fenómeno curatorial, y también lo son los coleccionistas y los espectadores, que son quienes también consumen esa basura. Entonces creo que hay bastante qué analizar en esta afirmación. Creo que es aquí donde el arte en el momento actual empieza a reflejar una estructura de red, determinada a partir de Internet, a partir de la globalización, donde las relaciones sociales adquieren otras formas, otros medios y otra velocidad. Y ya empezamos a ver las repercusiones de esto en el arte y en su sistema de producción, presentación, colocación y teorización.

Creo que es de gran importancia notar que Marco hace énfasis en la crítica de arte y la investigación. Es una responsabilidad que tenemos, como sabemos, en este momento hay en la región muchísimos más artistas que críticos o investigadores. Y esto no es algo que no supiéramos. Muchos otros artistas que han venido a dar talleres o conferencias y han visto de cerca la producción artística regional han señalado una especial atención en la información, el estudio y la profesionalización, nosotros mismos sabemos desde hace rato de esa necesidad. Afortunadamente, también hemos avanzado en la solución de este problema pasando de no tener más que talleres esporádicos a tener una universidad de arte y una licenciatura en arte en la universidad estatal, en un período muy corto de tiempo, digamos unos cinco años, lo cual creo que, más que formar artistas, va a fomentar la investigación y la crítica, y va a propiciar la creación de bibliotecas, pero sobre todo va a documentar el acontecer artístico regional, lo cual podría a repercutir en un enriquecimiento de todo el quehacer artístico en la región, y en un público más amplio y una mayor apreciación.


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